
La taza "arrugada" que se hizo famosa cuando salió al mercado hace unos 15 años, aún tiene la capacidad de impresionar.
Es un objeto de culto que ha sido desarrollado y reinventado varias veces, y es el resultado de los primeros pasos de Revol en el mundo del diseño.
La fábrica de Drôme puso todo su empeño en este proyecto con su juego con materiales y colores.